sábado, 4 de julio de 2015

PENSAMIENTOS DE LA SANTA ISABEL DE LA TRINIDAD

PENSAMIENTOS DE LA SANTA ISABEL DE LA TRINIDAD



1.- Vivamos con Dios como con un amigo, tengamos una fe viva para estar en todo unidos a Dios (H, 576).

2.- Dios en mí, yo en Él, he ahí mi vida... ¡Oh Jesús, haz que nada pueda distraerme de ti, ni las preocupaciones, ni las alegrías, ni los sufrimientos, que mi vida sea una oración continua (T, 10).

3.- El Amor habita en nosotros, por ello mi vida es la amistad con los Huéspedes que habitan en mi alma, éstos son el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (T, 10).

4.- Que mi vida sea una alabanza de gloria para las tres divinas Personas (cfr. T, 11).

5.- Anhelo llegar al cielo, no solamente pura como ángel, sino transformada en Jesucristo crucificado (T, 12).

6.- La adoración es un silencio profundo y solemne en que se abisma el que adora, confesando el todo del Dios Uno y Trino, y la pequeñez de la creatura (cfr. T, 26).

7.- Nuestra adoración debe unirse a la otra adoración más perfecta: la adoración de Jesucristo, quien adora a Dios Padre en el Espíritu Santo, quien se ofrece como hostia viva (cfr. T, 27).

8.- Oh, Dios mío, Trinidad a quien adoro, ayúdame a olvidarme enteramente de mí misma para vivir en ti (cfr. T, 28).

9.- Te adoro Padre fecundo, te adoro Hijo que nos ayudas a ser hijos del Padre, te adoro Santo Espíritu que sales del Padre y del Hijo (cfr. T, 52).

10.- Morir a mí misma en cada instante, para vivir plenamente en Cristo (cfr. T, 68-69).

11.- ¡Oh Dios mío, apacigua mi espíritu, apacigua mis sentidos exteriores (cfr. T, 72).

12.- Mi alma se alegra en Dios, de Él espero mi liberación (cfr. T, 79).

13.- Quiero ser una morada de Dios buscando que mi corazón viva en la Trinidad... Un alma en estado de gracia es una casa de Dios, en donde habita Dios mismo, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (cfr. T, 80).

14.- Oh Trinidad amada tú habitas en mi alma, y yo lo he ignorado (cfr. T, 83).

15.- Todo pasa. En la tarde  la vida, sólo el amor permanece... Es necesario hacerlo todo por amor. Es necesario olvidarse de uno para vivir en Dios (cfr. T, 126).

16.- El Señor está en mí y yo en Él, mi vida en el tiempo no es otra que amarle y dejarme amar; despertar en el Amor, moverme en el Amor, dormirme en el Amor (cfr. T, 126).

17.- El Señor nos invita a permanecer en Él, orar en Él, adorar en Él, amar en Él, trabajar en Él, vivir en Él (cfr. T, 137).

18.- No debemos detenernos ante la cruz, sino acogerla con fe y descubrir que es el medio que nos acerca al Amor divino (cfr. T, 206).


19.- He encontrado el cielo en la tierra, porque el cielo es Dios, y Dios está en mi alma (cfr. T, 206).

1 comentario: