PENSAMIENTOS DE MADRE MARÍA PILAR DE JESÚS, CARMELITA DESCALZA (1917 – 1997) I
Publicaremos algunos pensamientos de la madre María Pilar de Jesús, carmelita descalza, que fundó seis monasterios en Perú: San José de Abanbay, Virgen del Carmen de San Jerónimo, San José de Yurimaguas, Santa Teresita del Niño Jesús de Lircay - Huancavelica, Nuestra Señora de la Paz y San José de Chiclayo y San José de Huancayo.
Estos pensamientos fueron recogidos por quienes trataron con ella durante años, de sus escritos personales y algunas cartas.
Madre María Pilar de Jesús fue otra gran santa del Carmelo teresiano, publicaremos sus pensamientos en varias partes. Cada pensamiento, a su vez, tiene su número propio.
Esperamos sirvan como conocimiento de un alma profundamente enamorada de Cristo, de la Virgen, de la Iglesia, y de su Orden.
PENSAMIENTOS
1.- Que todo sea para su mayor santificación, pues otro deseo no tengo para V.R. y sus hijas, que todas sean santas. ¿Pobres? ¿Humildes? ¿Pequeñas? ¿Olvidas de las criaturas? Qué importa si tienen contento a Dios que se glorifica en lo pequeño. Alégrense y regocíjense, sean muy humildes, amen mucho a Jesús y a María, y todo lo demás las vendrá por añadidura.
2.- Nuestro corazón no debe darse a nada ni nadie. Es sólo de Esposo de nuestra vida.
3.- La tentación de la carne no es pecado. La tentación de la carne no es prueba alguna de falta de vocación. Ni siquiera lo son las tendencias que podamos sentir después de una consagración sincera. Ni los atractivos, por persistentes que resulten. Lo que tenemos que mantener por encima de todo es nuestra decisión, nuestra serenidad. Por encima de todo, lo que hay que hacer es amar a Jesús con pasión.
4.- No nos podemos cansar ni detener, pero, en fin, que sea lo que Dios quiera. Que siga dando vocaciones y buenas monjitas y lo demás Él lo hará también.
5.- Las separaciones son muy dolorosas, pero todo sea por la gloria de Dios.
6.- No estéis tristes. Desde el cielo haré más por vuestras caridades. Sean muy fieles al Señor. Él es demasiado bueno.
7.- Pidan para que yo y todas realicemos sus designios con toda exactitud y Él pueda glorificarse en nosotras. Lo demás qué nos importa, por eso, tranquilas. Si vivimos; vivimos para el Señor y si morimos; morimos para el Señor; porque en vida o muerte somos del Señor ¿Mejor suerte? ¡Imposible! ¡Aleluya!
8.- Dios la lleva en sus manos y no hace más que lo que tiene que hacer, y siempre, siempre lo hace bien ¿Por qué inquietarnos? Vamos seguras en sus manos
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