jueves, 2 de julio de 2015

HISTORIA DE LA CATEDRAL DE PIURA

Historia de la Iglesia catedral de Piura

                                                       Pool Alexander Castillo Valiente



Piura fue la primera ciudad española en América del sur. Fue fundada por Francisco Pizarro con el nombre de San Miguel de  Tangarará en el valle del río Chira en 1532, sin embargo, por diversas razones tuvo luego tres desplazamientos, el primero de ellos fue hacia lo que hoy se conoce como como Piura la vieja, en el actual Morropón, este desplazamiento fue ordenado por Diego de Almagro, a petición de los pobladores, en 1534, La ciudad se llamó entonces San Miguel de Piura. Más tarde en 1569, el virrey Toledo autoriza un nuevo traslado de la Ciudad, pues Piura la Vieja era considera insalubre, hacia  el puerto de San Francisco de Paita, pero los constantes ataques de piratas y corsarios así como las dificultades para conseguir leña y agua dulce obligaron a realizar un nuevo desplazamiento. Esta vez, ya de manera definitiva, el 15 de agosto de 1588, se lleva a cabo la fundación de la Ciudad de San Miguel del Villar de Piura, en honor al VII virrey del Perú don Fernando de Torres y Portugal, Conde del Villar Don Pardo, quien ordenó  el traslado y fundación de la ciudad en la Zona del Chilcal, emplazamiento donde se erige la hoy ciudad de Piura.

He querido comenzar este pequeño recorrido por la historia de la catedral de Piura haciendo un escueto recuento de la historia fundacional de la ciudad de Piura, pues es imposible separar la historia de Piura de la Historia de la Iglesia, de hecho la primera misa en tierras del Pacífico sur fue realizada en territorio piurano. Es conveniente saber que en cada emplazamiento de la ciudad había una iglesia matriz, la primera de ellas, sería una construcción Tallán (la cultura de estas tierras del  norte del Perú), que fue acomodada para que funcionara como Templo. En Piura la Vieja también contaban con una Iglesia matriz de la cual se dice, que hacia 1571, “no contaba con muchas limosnas porque la población era escasa, pero eso no le impedía de estar bien proveída de aderezos, ornamentos y Cruces y, además, tenía un Cura, un vicario, y un sacristán”[1]. La ciudad de Piura ya en su definitivo asentamiento, tenía una iglesia con cura y vicario; esta iglesia sería la hoy Catedral de Piura, pero para eso debería trascurrir aún mucho tiempo.

La iglesia Catedral de Piura fue fundada en 1588, el mismo año de la fundación de San Miguel del Villar de Piura, lo que habla muy bien del hondo sentir católico de los primeros pobladores de la ciudad, bajo la tutela de la Virgen de la Asunción y de San Miguel Arcángel, Siendo Corregidor el Capitán Alonso Forero.

San Miguel dependió primero del obispado de Darién y Tierra Firme, con sede en la Ciudad de Panamá; luego, desde 1544, del Arzobispado de Lima; desde enero de 1545 hasta 1614 formó parte del recién creado obispado de San Francisco de  Quito; luego desde 1614 hasta casi mediados del siglo XX fue parte del Obispado y luego Arzobispado de Trujillo. Razones por las cuales Piura no contó con una catedral sino hasta el siglo pasado. La Iglesia “San Miguel Arcángel” fue llamada la Iglesia Mayor o Matriz.
Pronto se extendieron las devociones por entre la población y fueron dos las principales: a Nuestra Señora de las Mercedes y a Nuestra Señora de Agua Santa, esta devoción tuvo arraigó en San Miguel hacia fines del siglo XVI, 1588 aproximadamente, año del traslado de la ciudad y de la fundación de la Iglesia matriz pero, a diferencia de la primera, hoy se encuentra extinta. Fue precisamente en la Iglesia Mayor donde se formó una floreciente cofradía de Nuestra Señora de Agua Santa, también existían en esta iglesia otras cofradías: la del Santísimo Sacramento, de San Sebastián y la de Santa Lucía[2].

Los datos históricos nos dicen que ya en el siglo XVIII, Piura era una de las siete provincias  eclesiásticas del obispado de Trujillo. La provincia de Piura comprendía doce doctrinas o curatos. Había un vicario en la capital de la Provincia, es decir en San Miguel de Piura, que además oficiaba de párroco de la Iglesia Matriz. Hay que tener en cuenta que después del concilio de Trento las doctrinas fueron verdaderas parroquias, pero en la práctica se diferenciaban entre sí por la condición de los feligreses: Las doctrinas eran las iglesias de indios y los doctrineros los curas que las dirigían, en cambio el término parroquia se reservó para las iglesias de españoles[3]. Por lo tanto la Iglesia Matriz de Piura era una Iglesia de Españoles, y su párroco era, lo que hoy llamamos, vicario (episcopal, tal vez general) del obispo de Trujillo.

El número de Iglesias en la provincia de Piura en el siglo XVIII era bastante alto, en la misma ciudad había ocho, las cuales encabezaba  la Iglesia Matriz “San Miguel Arcangel”.
La Iglesia Matriz fue afectada por los sismos de 1619 y 1687, sin embargo, su reconstrucción recién se inició en 1773. La obra estuvo  por el constructor Juan Velasco y se inauguró en 1776, con la presencia del virrey Manuel Guirior, no obstante los trabajos continuaron incluso hasta después de la visita de Mons. Baltazar Martínez de Compañón, del cual hablaremos en un ulterior trabajo, en 1786, aunque se trataron de obras de menor envergadura.

En toda la provincia las cofradías eran numerosas y las devociones lo eran aún más. En el siglo XVIII las cofradías se limitaban a dar culto a un santo de devoción común, para ello se organizaban a fin de recaudar la mayor cantidad de fondos que permitiera la celebración de la fiesta patronal. En la Iglesia Matriz existían la cofradía de la Santísima Cruz, la de Nuestra Señora de los dolores, la de Santa Rosa de Lima, pero la más importante era la de Nuestro Amo y Señor Sacramentado. Además se veneraba al Señor de la Columna, a san José y a la Purísima concepción.[4]
En el siglo XIX la parroquia San Miguel, la Iglesia Matriz de la ciudad del mismo nombre, será sede de acontecimientos importantísimos para la vida no sólo de los piuranos sino de todos los peruanos.

La captura de Fernando VII de España por Napoleón Bonaparte marcó la etapa llamada “fidelismo” o adhesión  y fidelidad de España y sus virreinatos a este rey, y el virreinato del Perú no estuvo exento, el Virrey Fernando de Abascal proclamó la fidelidad al rey Fernando, y esta proclama se hizo en todas las ciudades del virreinato. El Clero tuvo un papel importante dentro de este juramento de fidelidad, así, por ejemplo, luego de la proclamación en la Plaza Mayor, los asistentes se dirigieron a la Iglesia Mayor, donde el Vicario Foráneo ofició la Misa de Acción de Gracias, saliendo de esta iglesia, por la tarde, la procesión de las imágenes del patrono de la Ciudad san Miguel Arcángel, de Nuestra Señora del Rosario y de Santa Rosa de Lima. La Iglesia Matriz también fue sede principal de las rogaciones públicas por tres días consecutivos que hizo la autoridad eclesial en favor de la causa fidelista, así lo testifica un documento escrito por el Vicario Foráneo don Tomás Diéguez.[5]Otro hecho importante ocurrió en los días de la Independencia. Piura proclamó su independencia el cuatro de enero de 1821, al día siguiente, en la Iglesia Matriz Tomás Diéguez, el vicario foráneo, juró por Dios y los santos Evangelios defender  la independencia de América, sostener los derechos de la patria y ayudar a ambos objetivos, y finalmente juró fidelidad a las autoridades legítimamente constituidas, luego hizo lo propio el Cura rector de dicha Iglesia seguido por los demás eclesiásticos. Luego de esto tuvo lugar en esta misma Iglesia la Solemne Misa de Acción de Gracias y Te Deum.[6]

Sin embargo, la Iglesia matriz de Piura, no solo sirvió de sede para solemnes actos, sino que también, las cofradías y la misma iglesia a poyaron con sus bienes a la causa emancipadora. Así pues en el marco de las guerras por la independencia cuando las contribuciones voluntarias eran escasas, el Libertador simón Bolívar mandó tomar prestada la plata labrada de las iglesias para cubrir los gastos de la guerra,  en esas circunstancias, en  la Iglesia Matriz la cofradía del santísimo Sacramento hizo entrega de  un frontal, una lámpara, seis candelabros, seis mallas grandes, ocho pilares y dos gradillas, así mismo la cofradía de nuestra señora de los dolores entregó un frontal, tres arcos, un depósito y un centellero. Esta entrega se realizó en setiembre de 1823, en abril del siguiente año se produjo otra entrega, la cofradía del santísimo Sacramento entregó un incensario de la Natividad de la Virgen y dos atriles. Estas erogaciones excluían los elementos que eran imprescindibles para la realización del culto, sin embargo echaba mano de todo lo demás, así que se produjo una nueva requisitoria en agosto de 1824 en presencia de todos los interesados de la Matriz y sus cofradías. De estas erogaciones poco o nada se ha podido recuperar. 

El Piurano organizó su vida de tal manera que reservaba un espacio para la manifestación de la fe; fueron dos las celebraciones que acostumbran a preparar los piuranos con mayor interés: La semana Santa, y la Fiesta de la virgen del Carmen, curiosamente la Iglesia matriz no era la que más fieles reunía. La celebración de la Semana santa Comenzaba con el Domingo de Ramos, pero eran los días Jueves y viernes  santos los de mayor participación de fieles, La Iglesia Matriz cobraba cierta importancia el Jueves santo, pues el capellán de esta siempre iba junto  a las autoridadres civiles en todas las procesiones, en 1874 fue el capellán el R.P Manuel Zúñiga.

Tras el terremoto de 1912, el altar mayor quedó destruido, pero fue reconstruido por el escultor español Julián Aragua recién en 1960, siguiendo un estilo platerescoLa Iglesia mayor sufrió en general grandes daños pero se procedió a la restauración recién en la época de Monseñor Chirichigno.

En el primer tercio del siglo XX la Iglesia Matriz tuvo una intensa labor tanto pastoral como social, resalta  así la acción de la sociedad “Entre Nous”, fundada en 1939, que tenía por finalidad extender el auxilio material y espiritual a las familias más pobres de Piura, especialmente a los niños de la región, para esta labor se organizaba una serie de actividades tandnto sociales como culturales, en coordinación con la Iglesia Matriz.

El 29 de Febrero de 1940 fue creado el obispado de Piura, siendo su primer obispo Mons. Fortunato Chirichigno SDB, quien en seguida emprendió obras importantes como la adaptación de la antigua Iglesia Matriz a su condición de Catedral. El 30 de Julio de 1966, por Bula "Sicut Pater Familiae", la Diócesis de Piura fue elevada al rango de Arquidiócesis Metropolitana, siendo el primer Arzobispo, el Excmo. Mons. Erasmo Hinojosa Hurtado.

El Titular de la Iglesia Catedral es San Miguel Arcángel y la Dedicación de la Catedral el día 06 de Enero.
Ya como historia reciente podemos decir que en el año 2007 comenzaron los trabajos de restauración y puesta en valor de la Catedral de Piura, estos trabajos culminaron con la entrega oficial a la población el 30 de setiembre de 2012. Se ha cambiado el piso íntegramente; pintado el interior y exterior de la Catedral; renovado la sacristía, vitrales, iluminación interior y exterior.  Ahora se están restaurando los once retablos o altares, así como se ha reparado el reloj de la torre, que fue comprado en 1783 por el obispo de Trujillo, Martínez Compañón, en Cádiz.

La Iglesia Catedral de Piura guarda importantes obras de valor artístico e histórico. Su fachada y las torres son de estilo neo renacentista, posee 20 columnas de estilo dóricas, 10 de cada lado y frente a cada columna se encuentran pasajes de la Vía Crucis. En ella además encontramos: Un retablo de la Virgen de Fátima tallado en cedro de Nicaragua y cubierto con pan de oro, es probablemente uno de los primeros que se construyó. En él se aprecia el más puro arte barroco churrigueresco español. Su antigüedad se calcula entre 330 y 350 años y por mucho tiempo, fue el Altar Mayor de la basílica, pero  tras el terremoto de 1912, fue reconstruido el Altar mayor, de grandes proporciones y totalmente bañado con pan de oro,  por el escultor español Julián Alagua en 1960. Hay otros retablos como el niño Jesús de Praga, el de la Sagrada Familia y el de Inmaculada Concepción de estilo rococó. El pulpito tiene también gran valor artístico, todo tallado en madera y cubierto con pan de oro. En la Catedral se guardan también valiosas obras pictóricas como el San Martín de Porres del famoso pintor peruano Ignacio Merino y que data de la mitrad del siglo pasado, representa un milagro del santo moreno. También se aprecian otros cuadros más pequeños pertenecientes a la Escuela Cuzqueña. Además de esto, la catedral de Piura guarda al Señor de los Milagros, que es el primer lienzo que se trajo a Piura, y tiene una influencia de estilo barroco, un retablo baltaquino del Señor de la agonía, el altar del Señor Cautivo de madera policromada, el Corazón de Jesús tallado en madera, la Virgen del Carmen, y al Señor de la Divina Misericordia[7]. Guarda también la Sede y el Cáliz que utilizara el Beato Juan Palo II en su visita a Piura.

Para finalizar diremos que en esta Iglesia catedral se bautizaron personajes ilustres como Miguel Grau Seminario, el pintor Ignacio Merino, y el poeta Carlos Augusto Salaverry, quien en el acta de bautismo aparece como Avelino.

Al parecer me he extendido mucho, sin embargo aún son muy pocas, apenas cuatro, para contar cuatrocientos veinticinco años de historia, espero que esta investigación ayude en algo a ulteriores investigaciones.


Bibliografía


ARELLANO, José María, Independencia de Piura, Tomo VII. Lima, Imprenta Minerva, 1958.
AUTORES VARIOS (Del BUSTO DUTHURBURU, José Antonio – Director), Historia de Piura, Instituto de Investigaciones Humanísticas, Departamento de Humanidades, Universidad de Piura (UDEP), 2004.

GÓMEZ HOYOS, Rafael; “La Iglesia de América en las Leyes de indias”. Madrid. Instituto Gonzalo Fernández Oviedo, 1961.

RAMOS BRICEÑO, Enrique del Carmen, “Documentos Históricos”. Piura, Consejo Provincial de Piura, 1971

SALINAS DE LOYOLA Juan, “Relación de la ciudad de San Miguel de Piura”, en Jiménez de la Espada, “Relación geográfica de las Indias”.- Biblioteca de Autores Españoles Tomo CLXXXV. Madrid, Ediciones Atlas, 1965.




[1] Salinas de Loyola Juan, “Relación de la ciudad de San Miguel de Piura”, en Jiménez de la Espada, “Relación geográfica de las Indias”.- Biblioteca de Autores Españoles Tomo CLXXXV. Madrid, Ediciones Atlas,1965,  pp 40 -41.
[2]  Cfr Elías Lequernaqué, Pavel; “El Corregimiento de Piura en tiempos de la casa de Austria”, en UDEP, “Historia de Piura”.- Instituto de Investigaciones Humanísticas, Departamento de Humanidades, Universidad de Piura, 2004, p 258
[3] Cfr Gómez Hoyos, Rafael; “La Iglesia de América en las Leyes de indias”. Madrid. Instituto Gonzalo Fernández Oviedo, 1961. Pp 161  
[4] Chunga Hidalgo, Laurence; “La administración de los Borbones”, en UDEP, “Historia de Piura”.- Instituto de Investigaciones Humanísticas, Departamento de Humanidades, Universidad de Piura, 2004, p 299.

[5] Gutiérrez Rivas, Julissa; “La independencia”, en UDEP, “Historia de Piura”.- Instituto de Investigaciones Humanísticas, Departamento de Humanidades, Universidad de Piura, 2004, p333.


[6] Ramos Briceño, Enrique del Carmen, “Documentos Históricos”. Piura, Consejo Provincial de Piura, 1971, p 29.

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